Literatura, café y libre pensamiento
Friday, December 21, 2012
Crónicas de una muerte anunciada: Dentro del marco de la novela detectivesca
La
antidetectivesca emplea a un detective que poco o nada tiene en común con los
detectives de la literatura clásica, como Holmes y Dupin, ni tampoco se enfoca
en solucionar el crimen basándose en formulas lógicas, que paso por paso,
conducen hacia el final del misterio, y, que al restaurar el orden, crean en el
lector, cierta satisfacción.
La antidetectivesca en cambio frustra al lector, porque no le provee esa
estructura cómoda y lógica que el detective clásico usa para resolver el
enigma. El detective pasa a ser un
personaje secundario ante el mundo desordenado donde se intenta resolver el misterio.
La solución del crimen puede llegar por medio de la innovación, deconstrucción
y, la metaficción.
En la innovación, el lector se encuentra
con la solución al principio de la historia y esto puede llegar a desencantarlo
un poco, sin embargo al final puede encontrarse con una solución que no lleva
castigo o quizás se solucione de una manera inesperada.
En la
deconstrucción encontramos una idea confusa de la realidad. El detective puede
enfocar su investigación en una lucha existencial donde cuestiona los misterios
de su propia vida y, puede llegar a solucionar el misterio sin lograr que se
aplique la justicia y ésta también puede pasar a ser secundaria.
En la
metaficción, el lector se convierte en el detective y debe encontrarle sentido
a una investigación que aún no finaliza o que el autor, a propósito, a dejado
“colgando”. El lector es obligado
a buscar dentro del texto al culpable y adquiere conciencia de que lo que hace
él y los personajes. Se sale de la
ficción.
En muchas historias anti-detectivescas, estas
características no se presentan por separado, por ejemplo la novela Crónica de una muerte anunciada, de
García Márquez, presenta las tres: innovación, metaficción y deconstrucción. En
esta novela, los rasgos claros del uso de innovación se exhiben en toda la
obra. El primer rasgo de innovación y, lo más irónico, es que la solución del
crimen se presenta al principio de la novela y, a pesar de saber que el crimen
sucederá y de conocer claramente quienes son los autores del mismo, el lector
se engancha en la novela y se une a la investigación porque desea esclarecer
los detalles del crimen y solucionar otros misterios que suceden dentro de la
misma investigación. El cronista
que conduce la investigación no se separa del asunto por ser muy sensible al
asunto y busca la solución por satisfacer sus propios deseos, estos son claros
aspectos de innovación.
La
deconstrucción se muestra en el claro remordimiento que siente el narrador
respecto al crimen. Él trata de
averiguar los detalles del crimen para poder librarse de cierta culpabilidad
que lo persigue. El misterio no se
resuelve porque ya se sabe quienes cometieron el crimen y no se logra, por la
ambigüedad de los relatos, conocer a fondo ciertos detalles del crimen, y la
justicia no se aplica ya que ésta es secundaria en la novela, la investigación
no tiene nada que ver con la búsqueda de justicia.
La metaficción
hace parte de ésta novela, ya que el lector, por sus propios deseos de saber
los morbosos detalles del crimen, se convierte en detective. El autor sitúa conchas de banano en
todas las esquinas de la obra, para que el lector se resbale y caiga en otra
etapa de la investigación y así logra aumentarle el deseo de investigar. Esta posición del lector, de no revelar
completamente y de enredar la historia, es un claro rasgo de la
metaficción.
La
novela Crónica de una muerte anunciada nos muestra una sociedad
colombiana, posiblemente de las
primeras décadas del siglo XX.
La representación de la mujer en tres textos literarios
La mujer es representada de diversas maneras
en las diferentes épocas literarias.
Por ejemplo en la novela naturalista de Pardo Bazán: Los Pazos de Ulloa, y en la novela
realista: Fortunata y Jacinta de Galdós la mujer es representada de una manera
muy distinta a la representación femenina que hace Unamuno en su novela Niebla.
En la Novela Realista: Fortunata y Jacinta se
representa a la mujer de una manera bastante denigrante. A pesar de que en esta novela, existen
hombres sumisos como Maxim y mujeres dominantes como su tía, el papel de la
mujer en esta obra está constantemente relegado a los aspectos de la procreación
y la crianza de hijos. El tema de
la capacidad para procrear está muy presente, parece ser que en la obra, la
mujer no puede ser mujer si no posee la capacidad para procrear. Jacinta, sufre increíblemente por la
incapacidad para darle un hijo a su esposo y llega hasta el punto de adoptar a
un niño que cree ser hijo de su esposo.
También vemos como Fortunata es presentada comiéndose un huevo crudo al
principio de la obra, señalando sus capacidades reproductivas. Jacinta sueña amamantando a bebes que
se convierten en muñecos etc. La alusión a la “producción de hijos” llega a tal
punto, que se pude decir que no hay capitulo de la novela donde no se hable de
este tema. Este rol reproductivo
que se le adhiere a la mujer, es tan denigrante que la somete a los oficios del
hogar, a la crianza de hijos, y si no logra reproducirse, es considerada una
mujer sin valor alguno.
En los Pazos de Ulloa, Pardo Bazán nos muestra,
principalmente, dos tipos de mujeres:
Nucha es una mujer de Santiago de Compostela, de la ciudad, una mujer
que desconoce la hostilidad de la vida en el campo. Nucha es la mujer idealizada por el hombre, prácticamente la
mujer perfecta. Ella muy educada,
de fe, delicada y sumisa y resiste cuanta cosa el destino le depare. Su objetivo es ser una buena mujer,
madre y esposa. Sin embargo, llega
un punto en que su esposo ya no la considera una mujer verdadera por la
inhabilidad de procrear. La
ve como un ser débil, enfermizo e incapaz de sobrevivir en el monte. Cuando finalmente logra dar a luz, la
frustración de su esposo aumenta al darse cuenta de que la criatura que acaba
de nacer es de sexo femenino. Ella
sufre en silencio, este sufrimiento es revelado al lector por medio de las
confesiones que tiene con el padre Julian. Por otro lado tenemos a Sabel, la empleada de los
Pazos de Ulloa. Ella es una mujer
del campo, fuerte y acostumbrada a la vida hostil de la región. Ella tiene un hijo (ilegitimo) con el
marqués pero su corazón pertenece a un gaitero de la región. Su padre primitivo, controla su
instinto amoroso y la obliga a abandonar al gaitero. El marqués abusa de ella, golpeándola y ofendiera
verbalmente a su antojo. Recibe
maltratos de los dos hombres de la casa, su padre y el marqués. Es usada por su padre para poder
quedarse con las riquezas de los Pazos.
Por otro lado, adelantándonos unos años más,
en la novela de la generación del 98: Niebla de Miguel de Unamuno, la mujer es
representada de una manera muy interesante si tenemos en cuenta la época en que
se crea y se desarrolla la obra.
En esta obra, anticipando a los grandes movimientos feministas del siglo
XX, Unamuno muestra la representación de la mujer del futuro. En una de las líneas del libro, Eugenia
discute con su madre acerca de sus planes con Mauricio, que incluyen la
posibilidad de trabajar por él y mantenerlo, Eugenia dice que quiere llegar a
decir que Mauricio es de ella y de nadie más. Este sentido de posesión y
control que la mujer ejerce sobre el hombre es prácticamente inexistente en la
sociedad de la época y se asemeja más al rol que la sociedad espera de un
hombre. Su madre al oír estas
palabras le contesta algo así como: “esto ya se parece a lo que tu padre llama
feminismo”. Con la introducción de
esta línea, Unamuno ya anuncia el futuro compartimiento de la mujer. En la obra vemos como Eugenia, a pesar
de estar con “un Don Juan” ella hace lo que quiere con su vida. Se aprovecha de la ingenuidad y quizá
de la masculinidad de su comportamiento, para darle un golpe de gracia
escapándose con Mauricio. En esta
obra es claro que los hombres llevan las de perder. Se habla también de otra mujer que salía, con la excusa de
ver a sus amigas, para verse con su amante. Estos comportamientos generalmente son asociados con el
hombre, pero aquí vemos a la mujer en control de la situación. Otra mujer que me sorprende mucho es la
madre de Eugenia, ella constantemente manda a callar a su esposo, y el hombre
por lo general le obedece.
La literatura picaresca
El
siglo de Oro abarca aproximadamente desde la publicación de la Gramática
castellana en 1492 hasta mediados del siglo XVII. La sociedad de esa época pasaba del feudalismo al
mercantilismo. Antes de este
período las personas se enfocaban en la salvación del alma pero ahora la mayor
preocupación era llenar el estómago.
Las personas, al quedarse sin oficio y sin dinero, se mudan a las
ciudades. Las ciudades se llenan
de mendigos y de gente pobre, y fue en ese preciso momento cuando surge la
novela picaresca. En 1554
surge El Lazarillo de Tormes que es se considera la precursora del género y una
de las más conocidas.
El autor es anónimo pero se cree que tal vez fue escrita por un judío
converso. La inquisición
llegó a prohibir la obra, es posible que el autor fue partidario de la
contrarreforma y por eso el autor nunca reveló su nombre. La novela picaresca posee ciertas
características, una de ellas es que tiene que ser autobiográfica. El personaje principal, “el pícaro”,
generalmente es un niño o un adolescente que en algún punto de la narración
pierde la inocencia. Contrasta con
el héroe épico de la literatura medieval porque este es un antihéroe, lo
principal en su vida es usar lo que tiene al alcance para sobrevivir y muestra
comportamientos que se oponen a la moral y a la honra. En algún punto de la obra del Lazarillo
de Tormes dice “la negra que llaman honra”. También el pícaro sabe de las barreras sociales y
generalmente intenta saltarlas. En
el texto del Lazarillo de Tormes se representa claramente las características
de la picaresca y del momento histórico por el que pasa España en ese
momento. Lázaro, es entregado a un
ciego para que le colabore con diversos oficios. El ciego le restringe la alimentación a Lázaro y llega un
punto en que Lázaro mismo anuncia en su relato, la pérdida de su inocencia,
cumpliendo así con uno de los rasgos más claros del género. Lázaro, narra sus experiencias vividas,
en respuesta a una pregunta que le hace un clérigo de alto rango sobre la
ruptura del celibato de un cura con su esposa, la esposa de Lázaro. Lázaro, más pícaro que nunca, en vez de
ir al grano en su respuesta, narra su autobiografía incluyendo penas y
sufrimientos, como queriendo decir “oiga, yo me he luchado mucho para estar
aquí, no me joda la vida”. De esta
manera, Lázaro pretende estar ciego y sordo ante los rumores de la gente,
porque ahora tiene un estatus social respetable y no está dispuesto a
perderlo. Su relato autobiográfico
muestra como rompe con las reglas sociales de la moral y la honra para poder
sobrevivir, para poder llenar el estómago. Lázaro tiene que engañar a sus amos para poder comer, hace
un agüero en la botella de vino, se come el pan de cierta manera para que su
amo piense que fueron ratones etc.
En la vida de Lázaro, el concepto de honra es absurdo y esta actitud de
supervivencia que adopta, lo convierte en un verdadero antihéroe. En su lucha diaria se refleja su deseo
de saltar las barreras sociales.
En el relato se ve como las ciudades se llenan de mendigos, la
preocupación por llenar el estómago predomina frente a la necesidad de salvar
el alma y la religión, representando el cambio de la sociedad medieval a la
renacentista. La crítica a la
religión es enorme, especialmente al catolicismo. El lanzamiento de una cruz al fuego y el engaño de la venta
de dádivas para la salvación son algunos ejemplos. Las jerarquías sociales de la época están muy bien marcadas,
el patrón que conoce en Toledo, es un noble que aparenta tener mucho dinero.
Sin embargo Lázaro descubre que esta más hambriento que él mismo y termina
trabajando para mantener a su patrón.
El hecho de describir esta imagen del noble, que no trabaja y que es
sacado de su casa por no pagar arriendo es una crítica a las barreras sociales
y a los conceptos de la honra.
Las diferencias y semejanzas en el tratamiento de la naturaleza en Doña Bárbara de Rómulo Gallegos y La última niebla de María Luisa Bombal
En la novela Doña Bárbara de
Rómulo Gallegos, la naturaleza es representada de una manera hostil y
salvaje. Las selvas, los llanos,
la vegetación y los conflictos por la tierra abruman, matan o confunden a los
hombres. La naturaleza de la
llanura, devora a los hombres, es
primitiva, feroz y engendra violencia y crímenes. Doña Bárbara, el personaje principal de la novela, representa ese
aspecto salvaje de la naturaleza llanera y Santos Luzardo (el santo) representa
el orden y la modernidad.
Doña
Bárbara, (que en realidad se cree es una representación de doña Pancha un
personaje real de la historia) se muestra como una mujer dominante, hosca,
salvaje. Su descripción incluye
una belleza traicionera, capaz de devorar a cualquier hombre, mala mujer, mala
madre, sin sentimientos, y además de esto también bruja. La asociación de Doña Bárbara con la
naturaleza representa la dicotomía entre civilización y barbarie. Santos Luzardo tiene que domar esa
naturaleza salvaje, tiene que cercar los terrenos, traer la modernidad y el
progreso. Santos Luzardo recoge a
la hija de doña Bárbara e intenta educarla, esto es otro ejemplo más del
conflicto entre civilización y barbarie,
un conflicto de poder y de dominio, un conflicto entre el hombre
civilizado y la mujer salvaje.
Hay que
destacar que la constancia de la civilización, la lucha incesante de Santos Luzardo
en contra de Doña Bárbara, la representante de la barbarie, trae como
consecuencia la victoria de Santos Luzardo, como si se pretendiera dar una
moraleja: el bien triunfa sobre el mal.
El mal es la mujer y la naturaleza y el bien es la modernidad y el
hombre. Un mensaje profundo
de la nación ideal, un mensaje de exterminio a todo lo que presente valores
diferentes a la civilización.
En La
última niebla de Bombal, vemos como una mujer pasa su vida de casada bajo el
dominio de un hombre que desea moldearla para que encaje con sus deseos. La
vida matrimonial, se convierte para ella, en una rutina total, prácticamente
puede predecir lo que sucederá en cada minuto de su vida. La protagonista intenta librarse de la
realidad mediante ensoñaciones.
Con estas ensoñaciones descubre sentimientos y sensaciones íntimamente
vinculados a la naturaleza idealizada.
Estos viajes oníricos llevan a este personaje a encontrase con sí misma,
a conocerse y a describir lo que una mujer siente, algo que el hombre no ha
podido hacer, aunque lo ha intentado muchas veces. Por ejemplo, yo como hombre, ¿cómo puedo describir de una
manera certera las sensaciones sexuales de una mujer? Me parece algo imposible.
La
protagonista encuentra el despertar del deseo femenino abrazada a un árbol, un
símbolo fálico. La conexión que ella tiene con la naturaleza en el estanque es
algo difícil de palpar desde el punto de vista masculino, con un lenguaje muy
poético, muy femenino y directo, Bombal describe como la protagonista se masturba,
describe lo que siente en las aguas del estanque.
Ella se
desprende de la realidad en estas ensoñaciones. Un símbolo onírico es la cadena que se rompe cuando ella es
guiada por su amante. “Romper las
cadenas” es un dicho conocido que se refiere a desprenderse o alejarse de algún
tipo de reclusión o martirio.
Ella, vive en completa comunión, entre la niebla y el silencio, las
raíces, el agua y las hojas, a diferencia de su esposo que habla de cacería, y
de los otros hombres que le tiran un animal muerto a sus pies. La dominación de la naturaleza y de la
mujer por parte del hombre, es el
mismo discurso que vemos en Doña Bárbara de Rómulo Gallegos. La protagonista de La última niebla parece
ser parte de la naturaleza, pues viven en completa comunión. El hombre intenta dominar a la
protagonista y vemos como se usa el símbolo de la cacería y de animales
ensangrentados para mostrar que el hombre también intenta dominar a la
naturaleza. Aunque nunca se
refiere a esto explícitamente, en contraste con Doña Bárbara, en La última
niebla, la barbarie viene del discurso masculino.
El Romanticismo americano
Cuando se logra la independencia,
muchos de los intelectuales latinoamericanos ven la posibilidad de también
independizarse culturalmente, de definir lo propio. Esta literatura conocida como fundacional, sobre todo en la
novela, se construye sobre el romanticismo como filosofía de vida.
El Romanticismo inspiró muchas de
las ideas independentistas y la idea de representar una nueva nación. Los románticos (fundacionales) intentan
mostrar un ideal de nación, en muchos casos se usa la familia como base o como
representación idílica. Una
familia patriarcal con hijos legítimos y la descripción minuciosa de la belleza
natural son otras características de la novela romántica. La imagen que se capta al leer las
descripciones del paisaje que rodea a los personajes de la novela Sab es
bastante colorida, inmensa y atrayente.
Está belleza natural se usa también para comparaciones con la mujer. Se dice que la belleza exterior es un reflejo de la belleza
del alma. En el caso de Carlota,
que representa a Cuba, la belleza de la naturaleza es usada para
compararla. En el
romanticismo, la naturaleza representa lo que los personajes sienten. Si un personaje está triste, el cielo
está gris y la vegetación marchita. Etc.. Está formula se le aplica a las
naciones. Es una manera de
imaginarse a la nación ideal.
Existen muchas novelas bajo la
categoría del romanticismo. En
todos ellos se da una relación de amor. Los romances pueden ser exitosos o frustrados, pero en
todos se trata de representar una situación de un país. Cuba no obtiene la independencia hasta 1898 y no
libera a sus esclavos hasta 1886.
Esta época en la historia cubana está muy bien representada en la novela
Sab de Avellaneda.
En Sab, se conoce la composición
racial y social de Cuba. Esta novela encaja con la idea de
nación. Si se habla del ideal de
formación de la familia cubana, lo perfecto sería que Carlota se casara con Sab
pero legalmente esto no es posible.
Una relación entre Teresa y Sab si es muy posible por que ambos son
personajes desheredados. Ella es
una mujer pobre y huérfana, Sab es un hombre esclavo. Una relación entre un negro y una dama de la clase alta sólo
podía darse en el exilio, no era posible en Cuba. Por eso es un romance frustrado.
El hecho de usar un nombre ambiguo
como “Sab” que al leerlo no se le puede etiquetar un sexo, Avellaneda logra
incorporar a un hombre esclavo, con rasgos muy femeninos, al relato. Sab es más esclavo del amor que de la
institución esclavista, a él no le interesa ser libre ni tampoco le interesa
ser rico, pues regala su dinero.
Sab es un esclavo de Carlota en términos del amor.
También está muy presente el
aspecto extranjero en la novela.
Los intelectuales, por ejemplo, no soportaban la idea que Cuba tuviera
un sistema esclavista.
Muchos de ellos eran antiesclavistas (esto no quiere decir que eran
pronegros). Quizá existía algún
tipo interés exterior, por ejemplo la industrialización. De hecho, a Cuba enviaron un
representante inglés que abogó por
la implementación de la máquina de vapor y pidió a los intelectuales que
apoyaran su causa. Es que la
esclavitud impedía la venta de la máquina de vapor. Es precisamente en ese momento cuando en Cuba hay un boom de
la literatura antiesclavista (1830). Se sabe que los ingleses no tenían una
mentalidad antiesclavista simplemente por ser humanistas o buenas personas. Había intereses económicos detrás de
toda esto. Estos
extranjeros, que llegan a las nuevas naciones con el objetivo de explotar y
enriquecerse a costa de las tierras y su gente está muy bien representado en la
novela Sab de Avellaneda.
La autora usa a Enrique para representar al inglés que va a Cuba para explotar
y a conquistar a la mujer cubana para sacarle el jugo, todas las
ganancias.
El romántico intenta representar a
su nación ideal por medio de sus
personajes pero en Sab , es imposible construir una familia que represente a
Cuba con un sistema esclavista.
Porque no se pueden legalizar las uniones, legitimizar los hijos, El
nombre del padre legitimiza los hijos y refuerza los lazos familiares. En la
novela Sab hablamos de personajes huérfanos, y esclavos, desheredados. Si no se puede efectuar legalmente
una matrimonio, no se puede formar una familia y por lo tanto los hijos no se
pueden legitimizar. Hijos
sin padre, hijos sin patria.
La literatura española de la época medieval
La literatura de la época medieval se enfoca mucho en la honra, en los
valores de a sociedad y los personajes principales tienden a ser valientes,
arriesgados y luchadores del bien. Casi siempre como héroes. La
literatura más conocida del periodo medieval y que representa los valores
anteriormente mencionados es la épica. Una de las grandes obras épicas es
el Cantar del Mío Cid. Esta obra pertenece al mester de juglaría.
La estructura comprede: a) el exilio, b) el triunfo en batallas, c) la
adquisición de riquezas y restauración del honor. Los fragmentos corresponden
al exilio del Cid, por mandato del rey a raíz de una intriga llevada a cabo por
sus enemigos.
Como poema épico, El Cid cumple con los elementos principales. Narra las
hazañas de un héroe central, que además representa los valores de la comunidad.
Esto se puede ver en la manera en que la gente lo acoge y sigue en su
reconquista, a pesar de que deben cumplir la orden del rey, las personas en la
comunidad tienen unos valores que ven representados en esta figura, como la
lealtad, el valor, el honor, la fe religiosa, el amor a su familia, etc. Hay
muchos ejemplos de estos valores a través de toda la obra. Quizás donde más se
ejemplifican que estos valores son representativos de toda la comunidad es
cuando se dice: ¡Dios, qué buen vasallo el! ¡Así hubiese buen señor! Con esta
declaración se ponen en contraposición los valores del Cid y los del rey
enfatizando que, incluso, el Cid podría ser aún mejor vasallo si tuviera mejor
señor. En otras palabras, el vasallo es mejor que el señor.
La fe religiosa se manifiesta continuamente a través de toda la obra, no
solamente en las plegarias del Cid, sino en su confianza en los representantes
de la Iglesia. Sin embargo, también se observa la manera en que los fieles
tienen que rendir tributo a la institución. El Cid no solo promete riquezas a
sus seguidores, sino también a la iglesia, cuando le promete al abad don Sancho
que si cuida de su familia: “Por un marco que gastéis, daré al Monasterio
cuatro.”
El tema central
del poema es la reconquista del honor. La palabra “reconquista” adquiere aquí
un doble significado. Hay que tener en cuenta que estamos en medio de la
reconquista de los territorios árabes. El poema data de alrededor de 1140, pero
narra uno de los momentos más importantes en el avance de la reconquista, sobre
todo a partir de la toma de Toledo (1085) llevada a cabo por el rey Alfonso V
de Castilla. La reconquista del honor, por tanto, está estrechamente ligada a
la reconquista de territorios y de riquezas.
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